"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Opinión
En la buena dirección
El virus del cambio
José Manuel González Huesa, director cermi.es semanal y director general de Servimedia
03/04/2020
Vivimos unas semanas en las que solo se habla de un tema: coronavirus. No hay conversación ni decisión que no responda a este asunto que nos afecta a todos y que nos cambia la vida. Vivimos retos como el teletrabajo o cómo tenemos que atender a nuestros hijos o a nuestros mayores o a las personas con discapacidad. Y cómo son las experiencias en otros países.
Es momento de parar a pensar y comprobar que el mundo está cambiando a pasos agigantados. El siglo XXI no tiene nada que ver con épocas anteriores. Hoy existen dos factores que alteran nuestra vida habitual: la globalización y la forma de comunicarnos. La modificación de las costumbres fomenta la homogeneización de nuestra forma de pensar, de interactuar con nuestro entorno. Los adolescentes de hoy visten igual en todas las partes del mundo, les preocupan los mismos asuntos y tienen una forma de pensar similar.
Todo esto se produce por el continuo intercambio de personas y mercancías de una manera habitual, con viajes hacia lugares que nunca habríamos pensado realizar. En este escenario, las nuevas tecnologías juegan un papel fundamental. Hoy todos estamos conectados a través de cualquier sistema informático. Conocemos lo que pasa en el mundo casi al instante. Pero, ¿qué conocemos de verdad sobre lo que está ocurriendo? ¿Quién nos transmite la información?
El fenómeno del coronavirus se encuentra bajo estos parámetros de la globalización y la forma de comunicarnos. Empezó en diciembre de 2019 en China. No sabemos su origen, pero sí conocemos que las bacterias del coronavirus están en mamíferos como los murciélagos, posibles transmisores de este virus. Su propagación fue rápida en un país sin control sanitario, con mercados de animales vivos y con falta de transparencia de sus autoridades.
La globalización provocó que inmediatamente se trasladara a casi todo el mundo. Y a partir de la presencia del virus en los diferentes países se generó una alarma en la población. Los datos científicos y las opiniones de los expertos recomendaron el confinamiento de la población que generó una situación desconocida. Por ejemplo, nunca antes se habían cerrado colegios, ni siquiera durante la Segunda Guerra Mundial.
El coronavirus mata fundamentalmente a quienes padecen otras dolencias. Su grado de propagación es mayor que la gripe habitual (enfermedad que en España puede llegar a provocar la muerte de 6.300 personas al año). La cifras del coronavirus son descomunales. El miedo es libre y el nerviosismo puede paralizar a la humanidad y llevar a la viruslocura. Entre todos y a pesar de todo, lo superaremos.
¿Estamos cerca del virus del cambio? ¿Alguien contemplará en este escenario a las personas con discapacidad que representan como media al diez por ciento de la población? ¿Se pensará en ellos en el desarrollo del teletrabajo, en la accesibilidad de cualquier dispositivo o entorno? Este es otro reto de nuestra sociedad.